lunes, 23 de marzo de 2009

Información Secundaria

La adolescencia es la edad del desafecto hacia la Iglesia. El descenso de alumnos es constante en todas las etapas educativas, pero se dispara entre los alumnos de bachillerato. Los jóvenes entre 16 y 18 años dan la espalda a los contenidos confesionales en su educación.El progresivo distanciamiento de la sociedad española respecto al hecho religioso tiene en la educación un termómetro muy fiable según datos de la propia Iglesia católica en los últimos años ha bajado el porcentaje total de alumnos que cursan religión. Los niños q cursan infantil y primaria salvan las estadísticas de la iglesia. En estas edades la preferencia por la religión es muy mayoritaria. En secundaria y bachillerato las distancias aumentan, en la que en la mayoría de los casos es el alumno el que opta por estudiar o no esta asignatura. En los centros públicos son más los alumnos que no estudian religión.Las enseñanzas complementarias, sustitutas de la antigua ética, cada vez tienen más peso. Con la edad los niños van adquiriendo autonomía y comienzan a tomar sus propias decisiones. En el colegios la gran mayoría admiten de mala manera que los padres lo apunten a religión, al llegar a secundaria, y sobre todo a bachillerato cada vez son menos los que eligen esta opción. Los centros imparten a sus alumnos diversos talleres para sustituir las clases de religión. A medida que aumenta la edad del estudiante aumenta el número de alumnos. La religión que mas se imparte en los distintos institutos son: católica: esta religión sigue siendo, con diferencia la más escogida por los estudiantes. Evangélica: Su demanda descendió el curso pasado. En infantil y primaria se ha perdido alumnos en los últimos años.
Nos encontramos cuesta abajo.La aceptación de la idea, concepto o realidad de un Dios transcendente desciende porcentualmente. Hoy hay menos jóvenes creyentes en Dios que hace cinco y diez años, pero el descenso es mayor a medida que se concreta quién es ese Dios en la modalidad del Dios Cristiano.La capacidad socializadora de la Iglesia española a disminuido de forma más que alarmante quedándoise en niveles que resultan ser insignificantes.No llegan al 3% quienes señalan la Iglesia como un lugar donde se dicen cosas interesantes.No se puede obviar el gran vacío que se está produciendo respecto a la transimisión religiosa en España.La hipótesis es que el papel de la familia ha sido, es y, probablemente, seguirá siendo, muy determinante en la transmisión religiosa.Avanzaríamos la hióptesis de que allí donde hay unos padres con convicciones fuertes habrá un traslado de la religiosidad más notable cuando esas convicciones sean religiosas, pero menos en el traslado de la irreligiosidad.Por el contrario, cuando se trate con convicciones religiosas(o irreligiosas)débiles, el traslado, siendo siempre débil se orientará hacia el polo de la irreligiosidad, intensificándose y ampliándose así los escasos valores religiosos de los padres, cuando existan.La socialización religiosa de los jóvenes españoles se encuentra en crisis.La carencia de una transmisión familiar de creencias y valores religiosos se únen al desprestigio del valor de la religión en una sociedad secularizada.
Tipología religiosa:
La correlación entre las valencias religiosas y otros valores y los comportamientos y actitudes consiguientes hacen que se establezca una tipologái de jóvenes y la religión con cinco grupos :irreligioso,nominalista o normativista,no religioso humanista,moralista religioso,y católico autónomo.El primer tipo, irreligioso, se caracteriza por los escasos valores religiosos: “Dios no existe” , “Pasa de Dios”, o bien no sabe si Dios existe o no, pero no tiene motivos para creer en Él. Se establece una clara correlación a este respecto:la justificación del terrorismo y del vandalismo callejero va unida al máximo rechazo de toda concepción de Dios, de manera transcendente.El segundo tipo es el del jóven nominalista. Entiende que, para que una persona pueda ser considerada religiosa, debe seguir las normas que le enseña su Iglesia, sin embargo, no considera requisitos para que uno sea una persona religiosa el cumplimiento de determinados preceptos morales de la Iglesia.El tercer tipo es el de jóven no religioso, el humanista, piensa que para ser una persona religiosa no se tiene porque seguir las normas de la Iglesia, ni pertenecer a la Iglesia, Creer en Dios, rezar y tener algún tipo de práctica.La condición de la religiosidad, entonces, es puramente su humanismo. En cuarto lugar, tenemos al moralista religioso, este grupo mantiene un mayor nivel de exigencia a la hora de definir a una persona como religiosa.Por último, el grupo más religioso, el denominado de católicos autónomos que agrupa a los jóvenes que en mayor medida aceptan las modalidades del Dios de los cristianos, Dios manifestado en Jesucristo. Es el colectivo de jóvenes que reza y tiene alguna práctica religiosa.
Desde los años ochentas, había una declinación en el número de personas que asisten a misa. Aunque 80% identifican como católicos, la mayoría de esta población va a la iglesia por ocasiones especiales como funerales o bodas. Unas estadísticas revelan que los jóvenes de esta generación han crecido sin la obligación de ir a misa, y por eso abandonaron esta práctica. Otra explicación es la falta de socialización entre los padres y sus hijos, pero éste fenómeno no solamente ocurre en España, también en Europa en los últimos más o menos cinco años ha aumentado. Desde los años ochenta, la religión católica ha declinado en importancia en la vida de los jóvenes españoles. Una de las razones para este declina tiene que ver con los valores de la gente. Los jóvenes no se ven socialmente obligados a ir a misa y están abandonando sus prácticas religiosas. La moral también tiene mucha influencia, especialmente con el tema de la sexualidad. La liberación sexual ha contribuido a la decrecida de la religión católica para los jóvenes y las rígidas reglas de la iglesia, los creyentes han empezado a abandonar los valores de la iglesia porque no la comparte con ellos. Hay estadísticas que muestran que solamente un 5% de los jóvenes españoles que son practicantes del catolicismo obedecen a las ideas sobre la sexualidad. Sin embargo, en un estudio sobre la religión en España, concluye que el 35% de los jóvenes españoles piensan que es mejor creer en algo que no creer. No es necesario que los jóvenes no tengan fe, puede simplemente ser que a la religión se realiza como algo individual y más personal, donde los jóvenes no se sienten obligados a ir a misa para crear.
La iglesia es la institución de la que más desconfían, según un informe, la propia juventud se define “egoísta” y “consumista”.
Se realizó una encuesta a 4.000 jóvenes de 15 a 24 años. El autor subrayó que le alejamiento de los jóvenes de la Iglesia “se ha acelerado de forma sorprendente” respecto a diez años atrás cuando el 77% se declaraba católico, y hoy no llegan al 50%, un descenso de más de 25 puntos” .
Andalucía figura en cabeza de las comunidades autónomas, con más jóvenes relación con la Iglesia.

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